Bienvenidos a nuestro blog! Somos el grupo Barrilete y este es nuestro espectáculo "El retablillo de don Cristóbal", versión libre de la farsa para guiñol de Federico García Lorca. Conjugamos en ella el guiñol más tradicional con música contemporánea en directo, que acompaña y subraya los distintos momentos claves de la obra. Si a esto le sumamos elementos del teatro de sombras, el resultado es una propuesta ecléctica y con estética propia, a la vez que rescata el viejo espíritu del guiñol, con su ritmo y poética particular.

martes, 21 de junio de 2011

De partoo...!!
ACERCA DE FEDERICO GARCÍA LORCA
 Curioso de todas las formas teatrales, diestro en manejar tanto personajes vivos como muñecos de palo, aborda también el guiñol, "expresión de la fantasía del pueblo", "clima de su gracia y su inocencia", no sobre modelos extranjeros, sino resucitando un personaje popular andaluz.

A ese espíritu corresponden sus TITERES DE CACHIPORRA, surgidos primeramente en su casa de Granada en 1923, en días de adolescencia, con la colaboración musical de Manuel de Falla y la plástica de Manuel Angeles Ortiz, transformados luego en "La Tarumba", con el concurso del pintor manchego Miguel Prieto. Y de esas improvisaciones nos queda un texto escrito: "El retablillo de don Cristóbal" (1931)


SÍNTESIS ARGUMENTAL
En este espectáculo farsesco y satírico, el gran Federico García Lorca nos muestra los entretelones de una familia que pasa por graves apremios económicos. Pero ¿a qué extremos se puede llegar para no sucumbir a la miseria? Los medios podrían ser muchos, entre ellos...casar a la bella Rosita con el juerguista y adinerado don Cristóbal, que además posee muy, muy mal genio.
¿Qué ocurrirá? Una madre inescrupulosa, una bella y lujuriosa joven, y un marido viejo y autoritario, componen los elementos de esta divertida farsa para títeres de guiñol, con música en vivo, dirigida al público adulto.


ACERCA DE LA OBRA Y SUS ORÍGENES


El más famoso de entre todos los títeres populares españoles es "Don Cristóbal". Su fama de hoy se debe, casi exclusivamente, a la genialidad y a la sensibilidad dramática de Federico García Lorca, que supo inmortalizar para la historia de la literatura universal lo que hasta entonces había sido un fenómeno marginal, vinculado a la minusvalorada cultura popular, o como se decía entonces, folcklore.


En sus piezas El retablillo de don Cristóbal  y Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita, Federico recogió fielmente aspectos externos o formales de esta tradición titiritera: los nombres de los personajes (Cristóbal, Rosita, Cocoliche...), sus atributos (la cachiporra del protagonista, la feminidad incontrolada de Rosita), o el ritmo desenfrenado de la acción de los títeres de guante; pero sobre todo lo demás, García Lorca plasmó en estas obras la esencia, el alma, el "duende" de este drama antiguo pero eterno que se venía representando por tierras andaluzas desde tiempos inmemoriales, (...), puesto que
la presencia de don Cristóbal aparece siempre vinculada a las ferias, veladas y fiestas populares andaluzas, desde  mediados del siglo XIX.
Hoy, en esta época tan distante y diferente en sus usos y costumbres, nosotros, un grupo de titiriteros y músicos, intentamos rescatar la frescura y el desenfado de los personajes de esta historia farsesca, tan tragicómica como actual.